"El dinero que me sacaron es en blanco, declarado, aunque no es común que alguien tenga tanto dinero en su casa", concedió el empresario tabacalero Carlos Tomeo, quien ayer (21/03) sufrió allanamientos en sus propiedades en el marco de una causa por lavado de dinero.
Consultado sobre los motivos de por qué guarda tanto capital en cajas, aseguró que "una parte se pasa a buscar a última hora y es más seguro tenerlo en un country que en la empresa".
La Justicia federal allanó ayer varios inmuebles a nombre de Tomeo, en el marco de una causa por supuesto lavado de dinero del cartel colombiano de narcotráfico "Norte del Valle del Cauca". A raíz del operativo, la policía secuestró una cuantiosa fortuna que incluyó una suma de al menos 900 mil dólares y 2 millones de pesos en efectivo y documentación referida a su flota de autos de lujo.
Tomeo defendió su nivel de vida al señalar que cuenta con una empresa tabacalera de 15 años de antigüedad y cuatro hoteles. "Todo lo que tengo está declarado", aseguró, y justificó el manejo del voluminoso dinero en efectivo porque los bancos, al enterarse de las denuncias públicas, le cortó las cuentas y cajas de seguridad que tenía como cliente. "Personalmente pago 4 millones de pesos por año de impuestos", precisó.
"Ser millonario no creo que sea un delito, evidentemente en Argentina tener éxito se lo considera un delito", sostuvo el hotelero en diálogo con Oscar González Oro, por Radio Rivadavia. "Tengo 5 autos porque me gustan los coches", admitió.
Acerca de las denuncias por sus vínculos con el cartel narco colombiano, Tomeo reconoció que "le compró un campo en San Vicente" al hijo del capo narco Ignacio Álvarez Meyendorff, quien fue detenido en la Argentina en abril de 2011 y extraditado a Estados Unidos en 2013.
"Un año después de comprarle un campo al hijo de Meyendorff me entero que era narcotraficante", planteó el tabacalero y manifestó que "desconoce las escuchas telefónicas en las que supuestamente digo como se lava dinero".
Tomeo insistió en negar la denuncia de la diputada Elisa Carrió, quien lo señaló como "testaferro" de Aníbal Fernández.
"Toda la vida trabajé, no hago obra pública, no trabajo con el gobierno, no conozco políticos", aseguró el empresario, quien rechazó tener bajo su propiedad un helipuerto o que su esposa "tenga 100 pares de zapatos". "No es cierto esas estupideces que dicen", fustigó.