Piel de gallina: Esto es lo último que escribió en Facebook el sacerdote encontrado muerto hoy. "Es tiempo de revolución", termina pic.twitter.com/067rWWj9bd
— Mariana Romero (@MarianaR31) 5 de octubre de 2016
Muerte del cura Juan Viroche: este Cristo apareció desmembrado y la urna de vidrio rota. Por eso desconfían de la hipótesis del suicidio pic.twitter.com/GJi7fgPeCn
— Mariana Romero (@MarianaR31) 5 de octubre de 2016
Estoy esperando a que algún simio salga a decir que el padre Viroche tenía deudas de juego,narcotráfico ó que era fiestero...son de manual!
— El Bostero® (@BeltraminCarlos) 6 de octubre de 2016
Mucho dolor en la despedida del padre Juan Viroche. #Tucumanpic.twitter.com/XC9qhM2iLc
— Mariana Romero (@MarianaR31) 6 de octubre de 2016
Antes de suicidarse el cura Juan Viroche, destruyó y desmembró una imagen de Cristo, se autotorturó y quebró 2 costillas...#NuevaMedellín
— VIKING (@WalhallaMann) 5 de octubre de 2016
Monseñor Zecca, duramente cuestionado ayer por los vecinos, encabeza el último adiós al padre Juan Viroche pic.twitter.com/jl3LTeOVCP
— Mariana Romero (@MarianaR31) 6 de octubre de 2016
Juan Viroche,siempre en nuestros corazones.
— SanMartin de Tucumán (@CASMyNadaMas_) 5 de octubre de 2016
Q.E.P.D. pic.twitter.com/KRL54MJRUR
Uno d los últimos mens x WhatsApp del cura Viroche fue p/ reunirse con el cura Romero a las 11 de la mañana. Apareció muerto a las 7.30
— Mariana Romero (@MarianaR31) 6 de octubre de 2016
Así, volteados estaban los bancos de la capilla donde encontraron al cura Juan Viroche, supuestamente suicidado pic.twitter.com/6Le762Zkp2
— Mariana Romero (@MarianaR31) 5 de octubre de 2016
Este charco de sangre fue hallado más o menos a dos metros de donde supuestamente encontraron ahorcado al cura Juan Viroche pic.twitter.com/qpyroA1E1F
— Mariana Romero (@MarianaR31) 5 de octubre de 2016
Los vecinos de la localidad tucumana de La Florida, a unos 65 kilómetros de la capital provincial, realizaron ayer una marcha de silencio para pedir el esclarecimiento de la muerte del sacerdote Juan Viroche, quien denunciaba la violencia y la venta de drogas y apareció ahorcado en su parroquia Nuestra Señora del Valle.
Los vecinos no creen en la hipótesis del suicidio, y por eso realizan hoy una segunda marcha, esta vez desde La Florida hasta la Plaza Independencia, frente a la catedral, en pleno centro de San Miguel de Tucumán.
El Arzobispado de Tucumán mostró su "pesar y dolor" por la muerte del sacerdote, y expresó que espera "un pronto esclarecimiento del hecho".
José Cano, presidente de la UCR de Tucumán y titular del Plan Belgrano, señaló que la muerte del cura "apaga una voz valiente en la lucha contra los narcos".
A través de un comunicado hizo referencia a la muerte de Viroche: "Comunicamos con dolor que el padre Juan fue encontrado muerto en circunstancias que se están investigando".
"La justicia está actuando y ha ordenado la autopsia a fin de determinar con claridad las causas de su muerte. Esperamos un pronto esclarecimiento del hecho y confiamos en la acción de la justicia", expresa.
Según catequistas y allegados a la comunidad parroquial, Viroche les habría dicho a algunos allegados en los últimos días que había pedido el traslado a otra localidad, a causa de las amenazas que había recibido. Aseguraron a la prensa que el sacerdote esperaba que el arzobispo Alfredo Zecca lo trasladara de parroquia, ya que estaba muy atemorizado.
En un artículo publicado por la 'Agencia Informativa Católica Argentina (AICA)', se informó: "A raíz de los robos reiterados que sufrió el año pasado, el sacerdote resolvió enrejar la iglesia, y responsabilizó por los hechos delictivos al avance del narcotráfico que 'corrompe' a adolescentes y jóvenes de la zona".
La situación de violencia venía siendo denunciada por el sacerdote y un último testimonio quedó en su cuenta de Facebook en la que, entre otras cosas, recordó la muerte a golpes de un joven y señalaba: "Constantemente hay robos de moto, celulares y más venta de drogas, y ojalá las realidad cambie, pero que cambie para bien, no soy profeta de calamidades pero esto está poniéndose muy feo".
Mientras que para vecinos y feligreses, el cura fue víctima de un homicidio por las permanentes denuncias que realizaba en contra de la venta de drogas en el interior de la provincia, para la Justicia, se quitó la vida ahorcándose en el interior de la de la parroquia.
Todo comenzó cerca de las 8, las personas que limpiaban el templo encontraron el cuerpo del religioso sin vida. Avisaron a la Policía y a los minutos, el pueblo se conmocionó por la noticia. Rápidamente los habitantes rodearon a la Iglesia tratando de saber lo que había sucedido.
Los peritos de la Policía, que supervisados por colaboradores del fiscal Diego López Ávila, al analizar el lugar encontraron que no había gran desorden, hallaron una bolsa con dinero y joyas, y se dieron con que las prendas del cura no tendrían rastros de que él hubiera peleado o de que hubiera sido obligado a colgarse. Por la tarde, se conocieron los detalles de la autopsia: el sacerdote había muerto por asfixia y en su cuerpo no había signos de golpes. La Justicia sumaba indicios para descartar un homicidio.
"La investigación aún no culminó. Seguimos trabajando, lo único que puedo confirmar es que con los informes periciales podemos pensar que se trató de un suicidio. Ahora tenemos que seguir buscando pruebas para confirmar o descartar que lo hayan inducido a quitarse la vida", destacó López Ávila.
Los fieles del este de la provincia no creían lo que estaba pasando. Tampoco creían las informaciones que daban cuenta de que el padre Juan se había suicidado. "El hacía muchas cosas por el tema de las drogas. El ayudaba a los chicos y denunciaba a los que la vendían. Cuando robaron en la Iglesia, muchos dijeron que era una especie de mensaje para él", manifestó Néstor Veliz, según el sitio tucumano 'Contexto'.
"La Florida es un pueblo de nadie. Ahora nos quedamos sin nada. En tiempo de política teníamos a la Policía, ahora no. El padre no se suicidó, lo mataron. Esto es un crimen. Esto es un aviso. Ahora no sé qué va a pasar. Ahora nuestros hijos no van a ser dignos de nada", lamentó Ema Arroyo, una de las mujeres que comenzó a gritar cuando un funcionario judicial planteó la teoría de que el sacerdote se habría quitado la vida.
Se quejan allí de que la Gendarmería estrechó los controles antidrogas en San Miguel de Tucumán, y que ello ha provocado que los narcos fluyan hacia pasos secundarios por pueblitos pobres donde aumenta el consumo de paco y cocaína y uno de esos pueblitos es, justamente, el del cura Viroche.
Otra de las pistas que comenzó a investigar la misma Justicia que, tras el escándalo por supuesto "fraude" en las elecciones, dio por gobernador electo al kirchnerista Juan Manzur, va por la línea sentimental.
Según el mismo sitio "una mujer individualizó a una joven de Delfín Gallo como la que podría aportar datos importantes. Personal de la División Homicidios, al mando del comisario Hugo Cabezas, ubicó a la joven y, por pedido del fiscal López Ávila, la trasladaron hasta tribunales. Allí, según confirmaron fuentes judiciales, la testigo habría confesado que ella habría mantenido una relación amorosa con el sacerdote hasta marzo pasado. Desmintió categóricamente que estaba embarazada, como le habían contado a los investigadores.
Ella, siempre de acuerdo con sus dichos, habría descubierto que el sacerdote tenía un romance con otra mujer. También habría asegurado que los familiares de esta última habían comenzado a denunciarlo en las redes sociales porque, supuestamente, el cura habría terminado con esa relación cuando se enteró que esperaba un hijo suyo".
El fiscal López Ávila le confirmó que existió esa declaración y que en la investigación seguía la línea sentimental. "No descartamos nada y profundizaremos esta pista. No puedo dar más detalles porque hay que preservar a la testigo", recalcó.
Cuando la mujer se retiró de Tribunales, en la oficina del fiscal se presentó el arzobispo Alfredo Zecca para conocer personalmente del desarrollo de la investigación. "La pesquisa se desarrolla en forma impecable. Se ha comprobado pericialmente que se trató de un suicidio", hizo hincapié Facundo Maggio, abogado del Arzobispado de Tucumán, a quien acusan de no proteger al cura.
Según Maggio, "5 días antes de su fallecimiento, el Arzobispado había decidido aceptar el traslado que había solicitado el padre Juan. Si no se concretó antes, fue porque el pidió quedarse unos días más".
Maggio también salió a cuestionar las declaraciones del fiscal federal Gustavo Gómez, quien dijo que "el cuerpo fue encontrado con signos de tortura. Con golpes. Yo descarto el suicidio, su personalidad no daba para esa situación. No es un sacerdote común, es un hombre comprometido con la vida".
Por su parte, Dora Ibáñez, integrante de Madres de Pañuelo Negro de Tucumán, dijo por 'AM 950 Belgrano' que Viroche "era un padre bueno, cuidaba de todos y nos alentaba a seguir. Lo mató el narcotráfico".
Dora, que dijo no tener un contacto directo con Viroche contó que su hijo falleció en 2010 tras aparecer colgado con los bolsillos llenos de droga, luego de haber salido de una adicción y apuntó al narcotráfico: "Mi hijo murió de una manera similar a la del cura Viroche. Es llamativo."
"Viroche era un padre muy bueno, ayudaba a nuestros hijos, buscaba beneficios y les daba de comer. Hacía todo por ellos, para sacarlos de la droga", explicó.
En tanto, remarcó: "¿Lo mataron porque hablaba mucho? ¿Por que decía la verdad? No tenemos miedo".
"Nos parece raro que haya aparecido muerto, que digan que se suicidó es muy raro. No encontramos explicaciones como madres", sostuvo Ibáñez.
Y aseguro que "es mentira que el cura se suicidó por problemas relacionados a su vida sentimental, lo mató el narcotráfico".
En esta línea, subrayó: "El mes pasado tuvimos dos marchas y el gobernador Manzur no quiso atendernos".
"En Tucumán lo que más consumen los chicos es pasta base y pastillas todo el tiempo. Los chiquitos, en lugar de buscar un estudio, salen de la primaria y van a la esquina a drogarse. La costanera ya está perdida y el gobierno no hace nada. Esto está destruyendo todo", concluyó.