Los 10 tambores con unos 250 kilos de pseudoefredina descubiertos en los depósitos fiscales de Ezeiza la semana pasada, “terminaron siendo un fiasco” así lo afirmó el Sindicato Único del personal aduanero de la República Argentina (SUPARA).
Afirman que: “Ya no hay dudas que detrás de ese hallazgo se montó un verdadero show del que formaron parte distintos funcionarios a través del tiempo”.
Además consideran que, según los registros que desde mediados de 2011 figuran en las computadoras de la aduana, la pseudoefedrina tenía como destino final al laboratorio paraguayo Comfar S.A.
Comfar adquirió la droga de manera legal y para producir un antigripal denominado “angripas plus”. Según los registros aduaneros, un organismo que depende de la AFIP, la factura fue emitida el 19/5 de 2011 por la sucursal suiza de la empresa chemo, y ya contaba con autorizaciones previas, del ministerio de salud, para la compra y venta de pseudoefedrina.
Los 10 tambores del percusor químico ingresaron al país el 11 de junio de 2011 en el vuelo af-418 de la compañía Air France. Chemo pertenece al empresario argentino Hugo Sigman y tiene presencia en más de cuarenta países.
Según la factura, la droga del escándalo, tenía un valor de apenas 16.250 dólares. Los envíos a paraguay por parte de Chemo eran frecuentes y sumaban los 500 kilos anuales.
También que, los manifiestos aduaneros, la pseudoefedrina salía de Suiza, pasaba por Francia y hacía escala en Ezeiza, porque no había vuelo directo desde Francia a Paraguay.
Pero después que el cargamento quedó retenido en Ezeiza, la escala comenzó a realizarse en Brasil.
Y se preguntan: ¿Por qué razon a mediados de 2011 esos 250 kilos de pseudoefedrina, en tránsito a Paraguay, quedaron retenidos en la Argentina?
Desde SUPARA indican: “Sucede que ese día los empleados de la aduana detectaron una supuesta anomalía en el manifiesto de carga que no cumplía con la legislación aprobada después del escándalo del triple crimen de General Rodríguez que dejó al descubierto el tráfico de efedrina en el país hacia los carteles mexicanos”.
Y critican a Bullrich: “A pesar de lo que dice la ministra de seguridad, tanto el laboratorio argentino chemo, como el paraguayo comfar reclamaron la devolución de la droga para la fabricación de antigripales”.
Y agregan: “Pero aduana no respondió durante dos años. La pseudoefedrina vencía en 2014, y realizar un juicio contra la aduana salía más caro que el valor del cargamento.
Esa fue la verdadera razón por la cual los barriles quedaron en los depósitos fiscales de Ezeiza”. También tildan al relato de “falaz, distante de la realidad y politizado.
De esta manera consideran: “La historia secreta de los barriles de pseudofedrina, no era ni tan secreta, ni tan misteriosa ni escondía un entramado mafioso, como dejaron entrever la ministra Bullrich, y Gómez Centurión el desplazado jefe de la aduana, de acuerdo a las explicaciones brindadas por la empresa”.
Y aseguran: “Gómez Centurión denunció la supuesta novedad de la droga ante la justicia federal y desató una interna entre él y la ministra de seguridad”.
Establecen, además que: “El 9/09 de 2011 un funcionario de la aduana pidió el bloqueo de la guía y los 10 barriles fueron almacenados en una jaula metálica precintada”.
Recién el jueves 8/09 pasado, los tachos fueron trasladados del depósito de Ezeiza a una camioneta de la policía policial por una orden judicial.
La causa tramita bajo el Nro 15618/11 en el Juzgado Federal N 6 de Canicoba Corral.