Al igual que el presidente Mauricio Macri, su antecesora Cristina Fernández también denunció amenazas anónimas que recibió en su departamento del barrio porteño de La Recoleta.
Si bien trascendió este lunes (08/08), la ex mandataria radicó la semana pasada una denuncia ante la Justicia penal por una serie de notas manuscritas, papeles, intimidaciones verbales y anotaciones de contenido hostil que aparecieron en el inmueble que ocupa cuando está en Buenos Aires, en Juncal y Uruguay.
La presentación quedó radicada ante la jueza de instrucción Karina Zucconi, quien inmediatamente delegó la investigación en el fiscal Marcelo Roma. La causa tramita como "autor desconocido" y está dando sus primeros pasos de la investigación.
La denuncia fue hecha la semana pasada debido a las amenazas recibidas por carta y luego de que la ex presidente confrontara vía Facebook con la ministro de Seguridad, Patricia Bullrich. Cristina había dicho que "a raíz de la publicación en el día de la fecha, en la pág. 16 del diario Clarín, de un detalle pormenorizado de la custodia que se me asigna en mi carácter de Ex Presidenta de la Nación, donde se informa de la cantidad de personal, horarios, vehículos, sistemas de guardias y relevos y movimientos, tanto de la suscripta como de toda su familia, lo que implica una clara violación de la ley y un grave atentado a nuestra seguridad, la hago responsable a Ud. como Ministra y por ende al gobierno del cual forma parte de mi seguridad personal como la de toda mi familia: mis dos hijos y mis dos nietos. También de la vida de todos los que integran dicha custodia y que además son agentes y empleados suyos y del Poder Ejecutivo Nacional".
Las cartas por las que la ex presidente hizo la denuncia llegaron a su departamento de Recoleta luego de las quejas que hizo el 7 de julio pasado por la existencia de cámaras de seguridad en la puerta de su casa y un seguimiento que le realizaron mientras estuvo en la Capital. "Por éste medio, quiero agradecerle al Gobierno Nacional su preocupación por la seguridad del barrio y la mía personal, por el seguimiento de nuestros movimientos en la ciudad", había ironizado a través de su cuenta de Facebook.
Este hecho se suma a lo ocurrido con Macri, primero con dos tuiteros y luego con tres personas que hicieron 11.000 llamados a las líneas telefónicas 911 y 101 en las que avisaban que iban a poner una bomba en el departamento del jefe de Estado, en el barrio de Palermo.
En ese sentido, Bullrich aseguró que investigarán la denuncia de amenazas "con la misma celeridad" con la que tomaron los episodios contra el mandatario Mauricio Macri.
"Más que preocupación, hay una decisión de no permitir que las amenazas se hagan algo normal y no se investiguen. La idea es que cada amenaza se pueda investigar y se pueda llegar a los responsables", dijo Bullrich a radio Mitre. "Que la gente sepa que la amenaza no es gratuita, que los vamos a buscar y van a tener un proceso penal", remató la funcionaria.