Con el kirchnerismo fuera del poder, empezaron a despertar algunas causas judiciales dormidas. Es el caso también del polémico exjefe del Ejército de Cristina Fernández, César Milani, acusado en Tucumán por la desaparición del soldado conscripto Alberto Ledo. En esa causa, Milani hizo todo lo posible para evitar que avance, había logrado incluso desplazar al fiscal, que luego fue repuesto y ayer (2/6) la Cámara Federal tucumana resolvió que sea llamado a prestar declaración indagatoria en el marco de la causa Ledo, ocurrida en esa provincia durante 1976.
El tribunal además ratificó al juez federal Daniel Bejas en la causa y le solicitó que resuelva la situación procesal de Milani, imputado en la causa por la desaparición de Ledo, que se produjo en el marco del Operativo Independencia.
También el tribunal convalidó la elevación a juicio oral en lo que respecta a la acusación sobre el ex capitán Esteban Sanguinetti, implicado en los hechos.
El 12 de mayo, Milani sufrió su primer revés importante del año cuando la Cámara Federal de Casación Penal devolvió al fiscal Antonio Gómez al caso que investiga la desaparición de Ledo.
El máximo tribunal penal del país revocó la decisión de apartar a Gómez de la causa, tomada por la Cámara Federal de Tucumán, y reinstaló al fiscal federal en el caso. Así, podrá intervenir ya sea en instancias de apelación o como suplente ante ausencia del fiscal de primera instancia.
La acusación sobre Milani es que falsificó documentación para encubrir la desaparición de Ledo.
Entre los argumentos esgrimidos por la Cámara para reponer a Gómez, está el rechazo a que el fiscal había perdido objetividad, esgrimido por la defensa de Milani. El planteo prosperó e incluso fue ratificado por la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, que lo había inhabilitado para intervenir en cualquier instancia de la pesquisa.
En esa ocasión, el tribunal había considerado que Gómez había perdido “objetividad” para seguir actuando. A esta situación el funcionario respondió que "un fiscal es objetivo pero, cuando tiene un caso, tiene que defenderlo y eso implica plantearlo ante el juez, para que la defensa lo contrarreste. Somos parciales, no somos imparciales". Además había dicho que el que debe ser imparcial es el juez quien es que toma las decisiones, recuerda el diario Clarín.
Alberto Ledo nació en La Rioja y estudiaba la licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de Tucumán, y en 1975 fue llamado a cumplir el servicio militar obligatorio en el Batallón 141 de Ingenieros del Ejército, ubicado en esa provincia.
En mayo de 1976, Ledo fue trasladado a la localidad tucumana de Monteros, donde existía una base organizada en el marco del denominado Operativo Independencia.
El soldado viajó a Tucumán junto a otros soldados, bajo las órdenes de Milani y Sanguinetti, con quien salió de recorrida en junio de ese año por el monte tucumano.
El 4 de julio, ante la falta de noticias de su hijo, Marcela Brizuela viajó a Monteros, donde se le notificó que su hijo había desertado, en tanto que Milani habría confeccionado un sumario falsificado en el cual constaba el presunto abandono de servicio por parte del soldado.
Sin embargo, compañeros de Ledo le informaron a Brizuela que antes de salir de recorrida, los oficiales les ordenaron recoger las pertenencias de Ledo antes de que saliera de recorrida junto a Sanguinetti.
La causa por la desaparición de Ledo se encuentra radicada en el Juzgado Federal de Número 1 de Tucumán, a cargo de Daniel Benjas, que mantiene procesado y bajo arresto domiciliario a Sanguinetti, único imputado por este caso.