Una vez más, el periodista Daniel Santoro quedó en la mira por su manera de "investigar" ciertas causas, al punto tal que se especula si es informante del Grupo Clarín hacia Comodoro Py y viceversa.
La delicada situación en la que quedó el periodista lo ubica incluso como "ex informante de la KGB en Argentina".
Verbitsky, con munición pesada: Escrachó a Stornelli por recibir coimas
Lo cierto es que hay fotos y chats en los que se puede comprobar su relación con Marcelo D'Alessio, a quien tildan de "recaudador" del fiscal Carlos Stornelli en la causa Cuadernos de la corrupción. A través de las coimas, asegura el porta El cohete a la Luna, Stornelli asegura blindar a empresarios de allanamientos y momentos indeseados por los acusados.
Según Verbitsky, Santoro le aseguro a D'Alessio impacto mediático para alcanzar su objetivo: ingresar al gabinete del Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich como experto contra el narcotráfico.
¿Santoro también reparte bolsos como los K?
Con constantes elogios a la inteligencia y el poder de su amigo y a la confianza que le inspira, Etchebest estimula su manifiesta logorrea para que relate sus proezas. Ambos se conocieron en 2013 en ENARSA. D’Alessio dice haber sido infiltrado allí por la National Security Agency de Estados Unidos, para informar de las transferencias de dinero desde el Banco Macro hacia Panamá para Antonini Wilson, y dinero que se lavaba en Estados Unidos, pero que desde hace un año y medio se desempeña en el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Entre el personal de planta del ministerio no figura, pero eso no es decisivo. Ante el playero de un estacionamiento que lo apura se presenta como director de la DEA estadounidense, con 6.000 personas a su cargo, y durante el trámite de la extorsión le envía a Etchebest fotos y documentación de procedimientos de drogas en distintos puntos del país. Desde que gobierna Cambiemos, D’Alessio ha defendido las posiciones del gobierno sobre seguridad y defensa en los programas de televisión más serviciales. Al presentarlo en un show de animales, el relator de fútbol que lo conduce dijo que no quería hablar de más al explicar para quién trabajaba su interlocutor. Fue D’Alessio quien mencionó organismos internacionales.
—¿Trabajás para organismos internacionales?
—Si.
—¿No podés contar para cuál?
—No.
—Es un experto, que combate el narcotráfico en el campo, no sentadito en un escritorio—, resumió el relator.
—Investiga— lo corrigió el panelista Daniel Santoro, quien ratificó la importancia del experto.
—Investiga, pero no con una lupa. Es un tipo valiente— insistió el relator.
También Crónica TV lo presentó como el mayor experto en el país sobre narcotráfico.
Su autobiografía, escrita para la revista Def, fue amplificada por el portal de Daniel Hadad. (https://www.infobae.com/def/defensa-y-seguridad/2018/07/19/marcelo-dalessio-hace-falta-un-master-plan-contra-el-narco/). También es columnista del matutino Clarín, que lo presenta como experto en narcotráfico.
Ninguno de esos medios confiere tal reconocimiento a alguien que no llegue con el visto bueno de la embajada.
Se atribuye haber trabajado codo a codo con Stornelli y el juez Claudio Bonadío, en una suite del hotel Four Seasons“alquilada por Bonadío a nombre de un Mister Nadie, para lograr la detención de Julio De Vido y Roberto Baratta”, y haber sido el informante de Daniel Santoro sobre la causa de los encuadernados. “Nuestro libro”, dice en relación a El Mecanismo, que firmó Santoro.
Sus relaciones con Stornelli, con Santoro y con Patricia Bullrich están debidamente confirmadas. Además es uno de los abogados defensores del valijero cantor Leonardo Fariña, junto con su socio Rodrigo González, tarea por la que se jacta de que la Ministra de Seguridad los remunera con 200.000 pesos mensuales.
Afirma que personal de la inteligencia gubernativa alimentó durante años a Fariña con informaciones que servían para procesar a otras personas, como Ricardo Etchegaray, o para extorsionar a los mencionados, en nombre de Fariña. D’Alessio cuenta que él le puso fin a esa situación, cuando le preguntó a Fariña si quería seguir ganando plata de ese modo o salir en libertad. Lo consiguió en dos meses, lo cual motivó el reclamo de Bullrich.
—¿Cuánto más le querés sacar, Patricia?
—Está bien. Pero me entregás a Lázaro Báez y la plata.
Siempre dispuesto a mostrar sus relaciones con personas poderosas como su tío, Marcelito se encargó de probarle a Etchebest que mantenía una relación fraternal con el encuadernador Daniel Santoro, quien “vive dentro del juzgado”. Dijo que se visitan en sus casas y que el último 2 de diciembre tocó el piano donde vive Santoro, quien el 4 cumplió 60 años. Entre los asistentes mencionó a Luis Majul y al presidente de Edenor. Le contó que la esposa del operador judicial de Clarín era una ex dirigente de la juventud femenina comunista rusa, practicaba Feng Shui, una disciplina milenaria china que explica cómo vivir en un punto de equilibrio con la naturaleza y con uno mismo, y se había convertido en la gurú de la diputada libertadora Elisa Carrió, a quien asesoraba sobre vibras y energía, con lo que regula sus apariciones públicas a los momentos que esa cultura considera propicios. La esposa de D’Alessio es alemana y las dos parejas escenificaron juntas el aniversario de la finalización de la Guerra Mundial.“Santoro fue el agente de la KGB para la Argentina y el Uruguay durante 15 años. Tiene costumbres soviéticas”, explica.
Ante la incredulidad de Etchebest, le envió las fotos que se tomaron con sus gorros, cascos y sombreros de Alemania y Rusia.
Etchebest le preguntó si sería posible darle un vuelto a Campillo por medio de Santoro.
—Pero síiii, vos le das diez datos y Santoro… ¿Cuándo querés sentarte con Santoro, el lunes, el martes, a qué hora? Vos decime.
También le leyó partes del expediente y de los informes sobre Etchebest recibidos en la Cancillería, como prueba de su acceso a las piezas más secretas. La principal preocupación de Etchebest, de 69 años, eran sus hijos, Matías y Pedro Gastón. Marcelito le incentivaba esa inquietud. Le dijo que en las redes tendidas por Campillo, el Doctor Glock había atrapado dos peces mucho más gordos que él pero que se había empecinado con los Etchebest, como si tuviera un encono personal. Agregó que era inquietante porque iba a intervenir una jueza de Estados Unidos. El 25 de enero, en una de sus columnas de agitprop, Santoro escribió que “la Justicia de EE.UU. tiene abierto un expediente propio porque el lavado se cometió en su jurisdicción y a través de algunos bancos norteamericanos”. Agregó que Stornelli “interrumpió sus vacaciones para participar del interrogatorio [de una detenida en ablande a quien intentaba convertir en arrepentida] y luego volvió a seguir con su descanso”.