Los empresarios aceptaron que pagaron los sobornos y esto, según Cappiello, "es crucial" para la investigación, "porque termina apuntalando lo que ya existía dentro del expediente". Hasta el momento, había copias de unos cuadernos escritos por Centeno (quien reconoció que es el autor de los mismos) y elementos que respaldaban el contenido su contenido. Lo que ahora sucedió es que "hay tres personas que son ajenas a Centeno y su mundo que apuntalan lo que decían los cuadernos".
Angelo Calcaterra y Javier Sánchez Caballero (que declararon como "arrepentidos") "reconocieron los lugares donde se hacían las entregas", que eran los mismos apuntados en el cuadernos. Además, dos empresarios que declararon como imputados también respaldaron la información de los mismos.
Sin embargo, "hay una diferencia, las cifras no coinciden", sostiene el periodista de La Nación. Lo que dicen los empresarios es que "las cifras eran mucho menores y no eran sobornos sino dinero que pedía Baratta para financiar la campaña electoral".Morales Solá plantea que el juez podría comparar las fechas "de entrega" que figuran en los cuadernos y las de las elecciones. "Hoy, uno de los empresarios que declaró dijo que le habían pedido dinero y que había tenido que pagarlo en tres cuotas: una antes de las PASO y dos después", respondió Cappiello.
La revelación es importante: "A los cuadernos se le suman estas declaraciones que terminan haciendo más consistente la acusación".
"Es muy complicado" que ahora el resto de los empresarios nieguen los sobornos, dijo el periodista Fernando González. "Es un gran paso", agregó, "el viernes, Juan Carlos de Goycochea, el primero que empieza a colaborar dijo algo clave". Le mostraron una foto donde está Roberto Baratta con un bolso y el empresario dijo que ahí estaba el dinero de los sobornos que él mismo entregó.
"Varios de los empresarios detenidos la pasaron mal", dijo el periodista, "algunos lloraban toda la noche". "Se vieron en la televisión, no pueden soportarlo", agregó González. Los funcionarios esperaron "una avalancha de arrepentidos" y es lo que empezó a suceder esta mañana.
El conductor del programa habló de una "estrategia" del juez Bonadío: "Si hablan se van a su casa, si no hablan se quedan adentro", pero Cappiello recordó que la participación como arrepentido debería ser voluntaria. Además, el imputado "tiene que admitir que cometio un delito", recordó el periodista de La Nación. Sin embargo, los que se presentaron en el día de hoy no admiten haber participado de una asociacion ilicita, sino realizar "aportes electorales en negro". Este es un delito menor que el primero.
Hay que prestar atención a la evolución de la causa: ingresaron al expediente como imputados de cohecho y, según su relato, pasarían a ser victimas de extorsión. "De ahí a pedir el sobreseimiento hay solo un pasito", explicó Cappiello. En este contexto, la responsabilidad cae sobre el fiscal y el juez, que deberán decidir si los consideran víctimas o imputados.
¿Qué sucederá con los empresarios que quedan? El valor del arrepentimiento va valiendo "cada vez menos", explicó González. Sin embargo, "esto va a seguir avanzando", prevé el periodista, "la estrategia es aparecer como victimas y no como los que pagaron coimas"."Si Bonadío y Stornelli hacen bien su trabajo, me parece que lo lógico es que avancen con la causa de las coimas", agregó el periodista de Clarín.
Cappiello advirtió sobre lo que podría suceder con los funcionarios involucrados. "¿Qué van a declarar?", se pregunta: "Los funcionarios podrían gozar de los mismos beneficios (que los empresarios)". "Imaginate que digan que se trataba de dinero que cobraban mensualmente como retorno por contratos", planteó el periodista.
El recaudador de Baratta vive en una villa, en un "domicilio precario". Esa persona, "¿cuánto tiempo puede ser fiel a su líder político?", se preguntó Cappiello.
"Hubo una evolución con respecto la tolerancia y los pagos ilegales vinculados a la obra pública", sostuvo el periodista. Según él, hace unos años había más flexibilidad con este tipo de prácticas que hoy, a nivel internacional y también en Argentina.
"Con el kirchnerismo, uno tenía versiones sobre como sucedian los hechos de corrupción", dijo González, "pero esto viene a darle una plataforma de certidumbre". "A mi el dato que me parece interesante es que siempre, sobre todo después de la muerte de Néstor, Cristina había dejado trascender una idea de que la corrupción no la rozaba", y los cuadernos "derriban" esta hipotesis. "Esto transforma al Kirchnerismo en un Gobierno en el que hubo continuidad de la coima durante los 12 años", dijo el periodista de Clarín.
Cappiello agregó, como valor destacable del caso "que el aporte venga del periodismo y que la Justicia lo haga crecer". También destaca "las puertas que abren" los cuadernos: 65 millones de dolares pertenecientes a Daniel Muñoz que están en departamentos en Miami, la pregunta "¿cómo salió ese dinero de acá?", "¿Fariña habrá contado mecanismos de salida de dinero en su declaración de hoy?" y posibles vinculaciones con el Lava Jato.
"El kirchnerismo ha sido un foco de corrupción como yo nunca vi desde el '83 a la fecha", concluyó el periodista de Clarín. "La justicia tiene una oportunidad muy importante de ponerse a la altura de las circunstancias que la sociedad le está reclamando", cerró Cappiello.