"(...) —Doctora, entremos en el caso de Brasil. Hace un par de meses entrevisté al juez Sérgio Moro en Curitiba y él me destacaba la enorme importancia que tenía el Ministerio Público Fiscal en todas las investigaciones que se habían hecho. No sólo el Lava Jato sino la causa del Mensalão. Haciendo una comparación, rápidamente, uno ve que allí los jueces federales de cualquier distrito pueden juzgar a los funcionarios del Poder Ejecutivo. En Argentina sólo los jueces de Comodoro Py. Y si avanzamos más, usted firmó un acuerdo con su colega Janiot en Brasil y marcaba las diferencias. ¿Cómo Janiot puede actuar en causas determinadas y usted no? La pregunta es: ¿el sistema judicial argentino está armado para que sea difícil avanzar en condenas al poder político, o si lo prefiere, el poder político-económico? ¿Está constituido de una manera tal que dificulta conseguir los mismos resultados que en Brasil?
—Y... un poquito de razón le tengo que dar. Pero no es el sistema judicial sino el sistema legislativo. Nosotros tenemos leyes procesales que son obsoletas, tenemos un Código Penal Acusatorio pero este gobierno suspendió la ejecución. Un sistema acusatorio donde los fiscales tienen a cargo las investigaciones se caracteriza por que siempre se trabaja en equipo, se caracteriza por que esa flexibilidad y ese dinamismo del fiscal permiten acelerar los tiempos. La celeridad y la transparencia que da un sistema acusatorio es mucho más adecuada que el sistema actual, que en ese sentido constituye, al ser un sistema semiinquisitivo, un límite para un resultado mejor.
—Doctora, usted estuvo con Janiot y mi pregunta es: ¿cómo cree que va a evolucionar el caso del Lava Jato y qué consecuencias puede tener en la Argentina? ¿Cuál es su pronóstico?
—Este caso se va a esclarecer. Hay equipos binacionales argentinos y brasileños. Del equipo que se ha formado, nosotros fuimos la primera delegación cuando se libera la confidencialidad, que en definitiva no se liberó del todo porque Brasil tiene un régimen muy estricto en cuanto a la impunidad de los delatores.
—Eso en la Argentina sería ilegal.
—En Argentina ese régimen no está admitido. Por lo cual esto es un límite para que se pueda tener información sobre todo el acuerdo. Pero hemos conformado un equipo binacional de fiscales con la aprobación del convenio firmado con el procurador Janiot y aprobado por la Cancillería brasileña, así que habrá margen para compartir información.
—Doctora, se cumplen 25 años del mani pulite y muchas veces se compara lo que significó para Italia y lo que viene siendo la acumulación de dos causas en Brasil, el Lava Jato ahora y el Mensalão. ¿Cuál es su evaluación de lo que fue el mani pulite, cómo la Justicia cambió la política italiana, cómo la Justicia brasileña está cambiando la política brasileña?
—Creo que este gran impacto que ha tenido la causa Odebrecht, que realmente concitó nuestra atención como Ministerio Público desde el primer momento, puede abrir un nuevo orden. Es una señal muy fuerte en contra de la corrupción. Por eso es tan importante que la causa avance. Nuestro compromiso ha sido incondicional: si bien no intervengo en la causa, puse a disposición de los fiscales todos los recursos que necesitan y pensamos que esto va camino a un esclarecimiento en los tiempos necesarios para hacer una buena acusación. (...)".
Ahora, a la noticia
La procuradora general de la Nación, Gils Carbó, y su par de Brasil, Rodrigo Janot Monteiro de Barros, advirtieron que los gobiernos de ambos países "presentan obstáculos que constituyen injerencias indebidas en el desarrollo de los acuerdos que en materia de investigación del caso Odebrecht".
"Advertimos que las autoridades centrales en materia de cooperación jurídica internacional de ambos países -Ministerio de Justicia de Brasil y Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina-, presentan obstáculos y requerimientos que constituyen injerencias indebidas en el desarrollo de los acuerdos que en materia de investigación del caso Odebrecht realizaron los Ministerios Públicos de Brasil y Argentina", advirtieron en un comunicado conjunto.
Allí recordaron el acuerdo que firmaron el 22/06 para conformar el Equipo Conjunto de Investigación (ECI) para trabajar de manera conjunta en las investigaciones que se llevan adelante en ambos países en el caso Odebrecht y advirtieron sobre las dificultades que encontraron para lograr avances.
Al respecto, señalaron que además de "los obstáculos que están siendo impuestos a la formación del ECI", ahora el Ministerio de Justicia brasileño "exigió una intervención directa en la redacción del Acuerdo de Constitución del ECI, orientada, fundamentalmente, a que las pruebas compartidas en ese marco de cooperación sean ´tramitadas por las autoridades centrales´".
Por otro lado, indicaron que "el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto argentino propuso convertir el Equipo Conjunto de Investigación en un tratado internacional negociado por los Poderes Ejecutivos".
"Ambas solicitudes desvirtúan la herramienta de cooperación entre los órganos judiciales competentes para la investigación", señalaron en un duro texto conjunto, difundido por el Centro de Información Judicial (CIJ).