En medio de las indagatorias y detenciones en el caso de la Ruta del Dinero K, y mientras se esperan las declaraciones de Cristina Fernández y Axel Kicillof, el exsecretario de Medio Ambiente, Juan José Mussi, fue procesado esta mañana (8/4) por el juez Claudio Bonadio por el uso de los fondos de la Autoridad Cuenca Riachuelo Matanza (Acumar) en el levantamiento de un stand en Tecnópolis.
Mussi formó parte de los ‘barones’ del Conurbano bonaerense desde la intendencia de Berazategui, que ahora heredó su hijo Patricio Mussi.
La Acumar es un ente tripartito que conforman la Provincia de Buenos Aires, el gobierno porteño y la Nación y que tiene la misión de sanear el Riachuelo.
Según informa este viernes (8/4) el portal Infobae, cuando el kirchnerismo lanzó la exposición Tecnópolis, la Presidencia invitó a Acumar para que tuviera un stand en la muestra.
Bonadio investigó cómo fue el proceso por el que se contrató empresas para la construcción de los stands de Acumar en Tecnópolis en los años 2012 y 2013. La causa comenzó en 2013 y el año pasado fueron las indagatorias.
En 2012 Acumar contrató los servicios de gestión de la Universidad de Tres de Febrero (Untref) para que a su vez contratara a los que finalmente diseñaron y construyeron el stand. Acumar pagó 20 millones de pesos por esa obra. Para conseguir ese dinero Mussi aumentó a 104 millones de pesos el presupuesto del área de Fortalecimiento Institucional de Acumar. Lo hizo sin el acuerdo de los otros integrantes del organismo interjurisdiccional. Ni la Provincia de Buenos Aires, que entonces era gobernada por Daniel Scioli, ni la Ciudad de Buenos Aires en la que mandaba Mauricio Macri, aprobaron aquel aumento de presupuesto.
La Untref cobró algo más de un millón de pesos por la administración del otorgamiento de los contratos. La Universidad –que no tiene carreras afines con la construcción como ingeniería o arquitectura- contrató de manera directa a empresas.
Las cuatro empresas que se presentaron para todos los rubros de la construcción fueron las mismas. Y ganaron cada una en un rubro.
Varias de ellas tenían algunas personas que se repetían en las diferentes sociedades. Algunas tenían domicilio falso, entre otras irregularidades.
Para el juez Bonadio el armado del "negocio" fue amañado y por eso fueron procesados tanto Mussi como Aníbal Jozami, rector de la Untref.