El empresario Lázaro Báez, quien permanece detenido desde el martes en el marco de la causa por presunto lavado de dinero, se presentó este jueves ante el juez federal Sergio Torres para declarar como testigo en un expediente en el que se investiga al ex titular de la AFIP y actual de la Auditoría General de la Nación, Ricardo Echegaray, por presunto enriquecimiento ilícito.
Torres había resuelto llamar a comparecer al empresario santacruceño en esta causa luego de que, en declaraciones periodísticas al defenderse de las acusaciones en su contra, dijera que, a diferencia de él, Echegaray "no puede explicar su patrimonio".
De acuerdo a la agencia Télam, durante su declaración, Báez aseguró que sus palabras sobre Echegaray fueron "un exabrupto" que lanzó cuando "estaba enojado".
Tras prestar declaración como testigo, el empresario fue trasladado nuevamente al penal de Ezeiza, donde se encuentra detenido en el marco de una causa conocida como "la ruta del dinero K".
"No sé si está bárbaro, va a terminar preso, y en una gestión que iniciamos nosotros", dijo Echegaray en declaraciones a TN.
Báez le respondió en diálogo con Infobae: "Yo puedo explicar mi patrimonio, Echegaray no puede explicar su enriquecimiento. Le pido que diga cuáles de sus jefes le ordenó hablar", afirmó.
En el marco de esta causa, el viernes pasado, la Oficina Anticorrupción (OA), a cargo de Laura Alonso, había pedido ser incorporada como parte querellante, petición sobre la que aún debe expedirse el juez.
Al realizar esa presentación, la OA argumentó que el objeto procesal es un "supuesto aumento de su patrimonio que se habría multiplicado 28 veces en una década o de un 8.100% o pasar de un año a otro de casi $2,9 millones de pesos a más de $4 millones o tener períodos en los que su patrimonio se incrementó un 129%".