A pedido de la Oficina Anticorrupción, la Sala II de la Cámara federal anuló este jueves (31/03) el fallo del juez federal Luis Rodríguez que había sobreseído a Carlos Liuzzi, el ex segundo de Carlos Zannini en la secretaría Legal y Técnica de la presidencia de Cristina Fernández, en una causa por enriquecimiento ilícito.
Los camaristas Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah decidieron hacer lugar al pedido del organismo que conduce Laura Alonso, y anularon la sentencia que sobreseyó a Liuzzi. El tribunal también apartó de la causa al juez Luis Rodríguez.
El magistrado también había sido denunciado ante el Consejo de la Magistratura por la organización Contadores Forenses, cuyo titular, Alfredo Popritkin, le apuntó por entender que la resolución no tuvo en cuenta los dictámenes del contador oficial, que había pedido más medidas de prueba sobre los bienes del ex funcionario. Casi en simultáneo, el Gobierno reclamó la nulidad del sobreseimiento y ahora la causa podría reabrirse.
Liuzzi debutó en el kirchnerismo con un patrimonio de apenas 190 mil pesos, distribuidos en una casa y un terreno en Pilar, dos departamentos en Capital, un tiempo compartido en Bariloche y dos autos. Por entonces, el dos de Zannini, cobraba apenas 3 mil pesos mensuales. A partir de 2005, su patrimonio no paró de crecer y llegó a comprar dos departamentos en Puerto Madero, campos en Mendoza y acciones de varias empresas. Según su última declaración jurada, de fines de 2014, tenía 8.807.090 pesos. Pero el valor real de sus activos se duplica si se tienen en cuenta los precios de mercado de los inmuebles.
La denuncia presentada por Popritkin ante la comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura destaca que el ex funcionario hizo 106 viajes al exterior en un plazo de diez años, según publica Clarín. Se destacan 26 vuelos a Estados Unidos (la mayoría son a Miami por un tratamiento prolongado junto a su mujer), 52 a Uruguay, 10 a Europa, 9 a Brasil, y 3 llamativos viajes a Panamá. También hay viajes a México, Sudáfrica, Perú y Chile. El perito oficial había reclamado que se pidan informes a las tarjetas de crédito que tenían a Liuzzi como cliente, pero no se hicieron, y el juez tampoco indagó sobre las agencias de viajes y las compañías aéreas involucradas en esas excursiones.
Pese a los informes negativos, en febrero pasado, el juez firmó el sobreseimiento de Liuzzi y de sus familiares más cercanos, varios de los cuales trabajaron en el Estado. El mismo juez ya había beneficiado al ex funcionario en la causa que investigaba los oscuros contratos con la consultora ADCONSA, propiedad de su socio y amigo Gustavo Benvenutto. Aunque no tenía empleados ni experiencia, la firma fue contratada desde 2006 por la Secretaría Legal y Técnica. En ambos casos, el fiscal Ramiro González decidió no apelar ante la Cámara Federal.