Lázaro Báez decidió adherir a la recusación presentada por su hijo Leandro, y podría exhibir, pero no al juez Sebastián Casanello, documentos que acrediten los supuestos vínculos del magistrado con allegados a la exPresidente, posibilidad con la que discrepan sus abogados, Daniel Rubinovich y Rafael Sal Lari, a quienes él acusa de trabajar más para los intereses de la familia Kirchner que para los de él.
En la respuesta de Sebastián Casanello al pedido de recusación de Leandro Báez nada rebatió sobre las supuestas reuniones en Olivos entre Lázaro Báez, el juez y la propia exPresidente, ni sobre las comunicaciones telefónicas que el magistrado habría realizado con Santa Cruz el 05/04, el día de la detención en el aeropuerto de San Fernando.
El pedido de Lázaro está formulado en los términos del artículo 454 del Código Procesal Penal, y fue presentado como recurso del procesamiento de Báez dispuesto por Casanello.
"Una vez iniciada la audiencia, inmediatamente se otorgará la palabra a el o los recurrentes para que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formularen, quienes podrán ampliar la fundamentación o desistir de algunos motivos, pero no podrán introducir otros nuevos ni realizar peticiones distintas a las formuladas al interponer el recurso. Luego se permitirá intervenir a quienes no hayan recurrido y finalmente se volverá a ofrecer la palabra a todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de los hechos o de los argumentos vertidos en el debate", explica el Código.
Los Báez parece que dicen tener una carta escrita de puño y letra por la ex presidente, Cristina Fernández de Kirchner, en la que le recomienda a Lázaro "ensuciar" al empresario Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri, y con quien Báez llegó a formar una unión transitoria de empresas (UTE) para presentarse en la licitación de la represas santacruceñas, que finalmente ganó Electroingeniería.
Además, le pediría a la Cámara el registro de llamados del juez Casanello, en el que, según afirman los abogados de los hijos de Lázaro, están registrados decenas de llamados entre el magistrado y Juan Martín Mena, hombre de Máximo Kirchner y ex número N°2 de la Agencia Federal de Inteligencia, enlace con magistrados de Comodoro Py.
Dicen que Cristina Kirchner envió como emisario a su secretario, Daniel Álvarez, a intentar comunicarse con Leandro Báez, quien no lo habría recibido.
La Sala 2 de la instancia de Apelación no luce bien para los K: los jueces Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah, ya fueron críticos del accionar de Casanello cuando ratificó la prisión preventiva de Lázaro Báez porque le ordenó investigar operaciones de lavado mucho más amplias y cuantiosas que los US$ 5 millones de La Rosadita filmados con el contador Daniel Pérez Gadín, su hijo Sebastián, Martín Báez y otros.