Esta mañana (23/8) se esperaba el arribo del juez Claudio Bonadio a su juzgado en Comodoro Py donde se notificará de la autorización del Senado de la Nación para allanar tres domicilios de Cristina Fernández. Tras ello, procedería inmediatamente con la medida de prueba en las viviendas del barrio porteño de Recoleta, en Río Gallegos y en El Calafate (Santa Cruz).
Ayer (22/8) unos 200 militantes kirchneristas montaron una vigilia frente al departamento de la actual senador en Capital a modo de ‘escudo humano’ a la espera de los funcionarios judiciales enviados por Bonadio, pero la vicepresidenta Gabriela Michetti informó que dada la hora en que se sancionó el permiso al juez, recién se comunicaría al día siguiente. Cerca de las tres de la madrugada, esos militantes se retiraron.
Tras la sesión en el Senado, Cristina Kirchner se dirigió y se encuentra en la casa de su hija Florencia, en el barrio porteño de Constitución, donde están apostados sus autos y los de su custodia personal. Según los vecinos del lugar, la exmandataria arribó rápidamente tras la sesión de la Cámara alta.
La expresidenta no puede estar presente en los domicilios a ser allanados, pero sí lo estarán sus abogados.
Con los allanamientos ya conocidos desde hace tres semanas y las bajas posibilidades de encontrar elementos relevantes para la causa, trascendió que Bonadio tiene herramientas para detectar si en alguna de las propiedades hubo acumulación de dólares.
Para eso se apelará a perros especialmente adiestrados y el uso de productos químicos que pueden detectar el olor a los billetes aunque se haya pintado.
La importancia de determinar si hubo dólares en las propiedades de Cristina sería para corroborar los dichos de los arrepentidos, especialmente de Oscar Centeno el chofer de Roberto Baratta.