"Ni loca voy a renunciar", prometió Alejandra Gils Carbó, luego de que amenazaran a su hija por teléfono, consecuencia de que Ricardo Roa, una de las autoridades de la Redacción del diario Clarín publicara el teléfono en el matutino.
Las llamadas intimidatorias contra la hija de Gils Carbó comenzaron a aparecer en el teléfono de la hija de la Procuradora luego de que fuera publicado en una columna editorial de Clarín.
El juzgado de Julián Ercolini es el que filtró al diario el teléfono de la hija de Gils Carbó. Un bochorno que sin duda no avalaría quien fue su maestro, Esteban Righi.
"Estoy más fuerte que nunca", aseguró la jefa de los fiscalesluego de haber tomado declaración a un grupo de fiscales, que hoy asumieron en sus cargos.
"Es un hecho muy grave –que procesen a la procuradora– y sería lógico que pida licencia hasta que se resuelva su situación procesal", dijo el ministro de Justicia, Germán Garavano.
Pero Mauricio Macri fue candidato presidencial mientras estuvo procesado, y nada impidió que continuara como jefe de Gobierno porteño.
"Macri no se tomó licencia cuando la Cámara de Casación confirmó su procesamiento por las escuchas ilegales" (caso Ciro James), dijeron los de Gils Carbó. Macri estuvo procesado hasta días antes de asumir la Presidencia.
El próximo paso de la defensa de Gils Carbó será apelar su procesamiento. Lo harácon la firma de su abogado, el ex ministro de Justicia y camarista León Arslanian, quien ya sostuvo que fue procesada por un delito inexistente.
El juez Ercolini procesó además a Guillermo Biellingi (funcionario de la Procuración), Juan Carlos Thill (hermano del anterior), Bárbara Jaureguiberry (agente inmobiliaria que hizo las gestiones) y a Adrián González Fischer (de la empresa vendedora del edificio).
En su auto de procesamiento, Ercolini sostuvo que desde un teléfono de Gils Carbó se intercambiaron mensajes de texto con otro aparato que figuraba a nombre de Arfinsa, la empresa que vendió el edificio ubicado en la calle Perón al 600 y fue adquirido para que funcionen allí las oficinas de la Procuración. La denuncia llegó de forma anónima a la oficina de los investigadores.
Cuando surgieron esos datos de los cruces de teléfonos, Gils Carbó le informó al juez que ese teléfono lo usaba su hija y que intercambiaba mensajes con un amigo. Su padre trabajaba en Arfinsa, la empresa que vendió el tradicional edificio situado sobre la caller Perón al 600.
Clarín publicó esta mañana (viernes 13/10) ese número telefónico y desde entonces no dejaron de llegar insultos y amenazas a la hija de la Procuradora.
Durante un acto realizado por la mañana, Gils Carbó les dijo a los nuevos fiscales que deberán resistir las presiones. "Debemos permanecer firmes y no ceder a los presiones", arengó. Hubo aplausos.
Ricardo Roa tituló su artículo "De jefa de los fiscales a procesada" y, si bien pudo haber publicado todo sin mostrar el número telefónico, el editorialista de Clarín tomó la decisión de exhibirlo:
"Un mes antes de que la licitación se publicara en el Boletín Oficial del 14 de marzo, Gils Carbó visitó el edificio. Fue el único edificio que visitó aunque se supone que era una licitación abierta.
No sólo lo visitó: Ercolini y Taiano probaron que en octubre se intercambiaron mensajes de texto desde el teléfono 116XXX a nombre de Gils Carbó con el 1136XXX a nombre de Arfinsa. Gils Carbó dijo que su teléfono había sido usado por su hija y que desconocía a quién pertenecía el otro número."
(NdeR: Urgente24 borró los números para no darlos a conocer).
Ricardo Roa, N 2 de Clarín, publicó el celular de la hija de Gils Carbó (que aquí tapamos, como corresponde). Empezó a recibir amenazas. pic.twitter.com/khdvfKCoMK
— ari lijalad (@arilijalad) 13 de octubre de 2017
Si Ricardo Roa, el editor de Clarín, publicó hoy el celular de la hija de Gils Carbó, podemos también decir q el fue parte de Montoneros.
— Falso Intérprete (@Shomepregunto) 13 de octubre de 2017
Una Procuradora General procesada no puede conducir a los fiscales. Debe pedir licencia o dar un paso al costado #GilsCarbopic.twitter.com/c6bNEslEtU
— Ricardo Sáenz (@saenzricardo) 12 de octubre de 2017