Otra vez los mapuches contradicen una versión de la Gendarmería con el testimonio del joven Matías Santana. Se trata del testigo que cobró notoriedad pública por no saber explicar qué hizo con los binoculares con los que vio cómo presuntamente se llevaban a Santiago Maldonado. Ayer (12/9) después de que se conocieran dichos del gendarme Neri Armando Robledo admitiendo haberle arrojado una piedra a un manifestante que cruzaba el río Chubut y que del otro lado fue socorrido por sus compañeros, el joven Santana negó la versión y afirmó que "ningún compañero manifestó haber recibido un piedrazo".
Santana explicó que en los incidentes con Gendarmería dentro de la Pu Lof "volaron piedras y nos tiraron tiros" pero insistió con que no hubo heridos por el impacto de una piedra: "Sólo algunos recibimos perdigones en las piernas".
Contó que cuando Gendarmería ingresó a su territorio, cerca de las 11.33 de aquel día, "entre tantas piedras y tiros sólo atinamos a correr y cruzar el río". Además, explicó que ellos estaban "haciendo ejercicios de autodefensa" pero aclaró que "no había gente del (grupo radicalizado) RAM, que es una organización clandestina y no se sabe quiénes son ni dónde están".
Santana no declaró su versión ante la Justicia, puesto que su testimonial fue el 5 de setiembre pasado.
En declaraciones que reproduce el portal Infobae, el joven capucha dice que "los gendarmes estuvieron cerca del río y tuvieron el control territorial y nosotros corrimos y cruzamos el río", y que cuando recuperaron el territorio encontraron "muchos cartuchos de escopeta" pertenecientes a los disparos que presuntamente hicieron los gendarmes.
En tanto, ratificó lo que le contó al juez Otranto una semana antes: "Nosotros corrimos hacia el río. Yo fui a buscar un caballo que tenía a unos metros y cuando estaba subiendo escucho la voz de uno que dice 'quedate quieto'. Subí, había tiros y pude ver a tres gendarmes que estaban golpeando un bulto celeste con negro. Reconozco que era Santiago porque yo ese día le presté mi campera celeste".
Según la versión de Gendarmería, luego de recibir un piedrazo en una rodilla, el gendarme Neri Armando Robledo arrojó "una roca pequeña" que golpeó en la espalda a un manifestante (no identificado) que cruzaba el río. El hombre fue socorrido enseguida por dos encapuchados que lo ayudaron a cruzar. Ya del otro lado, el manifestante lo insultó.
A su vez, indicaron que no hubo contacto físico con los manifestantes. Las dos camionetas Ranger y el Eurocargo nunca se movieron de la casilla. No podían descender hasta el río porque la depresión es muy abrupta y hubieran quedado empantanadas.
Por último, la Justicia determinó que no hay rastros de ADN de Santiago Maldonado en las camionetas de Gendarmería.